Por Marta Lucía Ramírez
Vicepresidente de la República
Adentrarse en La Guajira es redescubrir la infinidad de matices de nuestra patria: diversidad étnica, ambiental, cultural y geográfica, pero también, desafíos que aún encaramos como país para avanzar en equidad, reducción de la pobreza, generación de empleo y formalización laboral.
Estas tierras que conjugan bonanza agrícola con atractivo del paisaje desértico, tienen arraigado uno de los más importantes saberes ancestrales: mujeres indígenas que con hilo y aguja tejen mochilas y perpetúan el arte que pasa de mano en mano, de generación en generación, constituyendo atractivo turístico del departamento e imprimiendo sello indeleble en sus visitantes, con chinchorros, manillas y mochilas.
Más que una tradición, esta actividad representa sustento de cientos de familias, que mientras preservan la herencia, garantizan el alimento en su mesa. Por esa razón, desde la Vicepresidencia de la República con la Unidad Administrativa Especial de Organizaciones Solidarias -adscrita al Ministerio del Trabajo- emprendimos el proyecto de creación de cooperativas, para organizar la producción y comercialización de estas artesanías y brindar capacitación a sus creadores.
Hemos capacitado 130 personas en Curso Básico de Economía Solidaria, de las cuales, 88 son artesanos wayúu, en su mayoría mujeres cabeza de hogar de la emblemática y colorida Avenida Primera de Riohacha. De esta manera, otorgamos herramientas para fortalecer sus emprendimientos y hacerlos sostenibles.
Mediante el convenio 002 del 2020, entre la Unidad Administrativa especial de organizaciones solidarias y Agrosolidaria, seccional Riohacha, hemos capacitado -a través de videollamadas, teleconferencias, redes sociales, cartillas y videos- a 17 organizaciones del sector solidario en los municipios de Riohacha, Maicao, Hatonuevo, Fonseca y San Juan.
El apoyo va desde la formación, que comprende construcción del plan de negocios y estrategia de sostenibilidad, hasta el campo económico, proporcionándoles materias primas necesarias para que su empresa asociativa, crezca. Por cada cooperativa que se abra se benefician al menos, 20 personas y su núcleo familiar. Hoy cerca de 350 guajiros se han vinculado a estas iniciativas.
Venimos dando cumplimiento a la sentencia T-302 de la Corte Constitucional y Al Programa De Desarrollo Con Enfoque Territorial –PDET- pero también avanzamos en la meta del empoderamiento económico de las mujeres colombianas y escalamos hacia el desarrollo del departamento. Todas estas cooperativas se han incorporado al sector formal, de forma que damos pasos importantes en la lucha frontal contra la informalidad que nos hemos propuesto como Gobierno, en zona de las más golpeadas por esta problemática.
Se conjugan así, el arte expresado en hilo, tela, cuero y madera, con agroindustria, pesca artesanal, trasformación de la yuca, producción de derivados de la leche y abono orgánico a base de lombriz roja californiana, algunas de las actividades que, por su carácter estratégico, estamos promoviendo en el departamento.
Queremos que La Guajira se reinvente, se proyecte con la grandeza que le es característica, sin desarraigarse de su esencia, de sus tradiciones, que capitalice toda esta riqueza cultural en desarrollo productivo y económico, en aras de mejorar la calidad de vida de su población.
Continuamos fortaleciendo nuestro compromiso con la gobernabilidad regional. Prueba de ello es la devolución de las competencias para la administración del sector salud al departamento y el acompañamiento que se viene haciendo desde esta Vicepresidencia, con el fin de lograr que se cumplan los requisitos mínimos para la devolución de las competencias en educación y agua potable, porque creemos que la autonomía territorial será otro factor para impulsar la competitividad de esta región. Hasta el último día de nuestro Gobierno estaremos honrando la palabra y los compromisos con nuestra Guajira, que por años ha ofrecido a Colombia la exportación de sus recursos naturales sin haber reducido en igual proporción sus niveles de pobreza e inequidad.
Publicada en Diario del Norte