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Columna

Salud y sector productivo, contra el COVID-19

​Por : Marta Lucia Ramírez
Vicepresidente de la República

Colombia enfrenta el mayor desafío de su historia. La prioridad de nuestro gobierno es salvar vidas y el sector salud es el corazón del país, en su titánica lucha contra un enemigo invisible, que amenaza y acecha por varios flancos, obligando la toma de medidas y acciones, otrora impensables.

El Presidente Duque ha sido reiterativo en que la primera de ellas está enfocada en el control de la expansión del Covid-19 y en atender los requerimientos en el ámbito de la salud y de los protocolos sanitarios. La segunda acción ha tenido que ver con el abastecimiento de los productos esenciales como alimentos, medicamentos y elementos de aseo durante el aislamiento y la atención a la población más vulnerable en todo el país. En ellos ha estado el mayor esfuerzo económico y fiscal, trazado. La tercera clase de medidas han sido las de dar continuidad a la operación productiva y al desarrollo económico que permitan soportar el empleo y nuestro tejido empresarial.

Estamos frente a un golpe económico tanto de oferta, como de demanda y sus consecuencias sociales a nivel global son impredecibles. Expertos pronostican una caída de 2 puntos del PIB mundial. Colombia tiene una estructura económica fuerte que venía creciendo mejor que la de muchos países; el reto es que el efecto del aislamiento con la caída en la producción y las ventas, se supere pronto.

En el corto plazo se han dado alivios de liquidez, pero aún hay grandes desafíos por delante, como evitar el colapso de las pymes, reorganizar el aparato productivo para atender mejor el mercado interno, organizar una estrategia exportadora e innovadora, y, fortalecer la relación con productos de confianza entre nuestras empresas y trabajadores. Hasta ahora el gobierno con el Ministerio de Hacienda han tomado medidas que permitan a las empresas liquidez y cumplir obligaciones principalmente, con sus trabajadores.

Desde el inicio de la emergencia sanitaria, identificamos las posibilidades del sector textil y de confección que históricamente han aportado al PIB industrial aproximadamente en 8,1 %, y han ocupado importante renglón en las exportaciones acercándose en 2019 a 743 millones de dólares. Más de 9.300 empresas que generan 555.000 empleos y 78 % de ellos provienen de microempresas. Los hemos invitado a convertirse en los mejores proveedores en producción de elementos de bioseguridad para el personal de la salud en batas, gorros, polainas, mascarillas y tapabocas.

Sueño con que esta línea de productos para el personal de la salud se convierta en un renglón de nuestras exportaciones. Que nuestros contenedores lleguen a Centroamérica, al Caribe, al resto de América Latina y por supuesto a los Estados Unidos; promoviendo así, la generación de empleos para nuestro país. Los expertos economistas hablan de oportunidades en tiempos de crisis. Oportunidades para emprendedores, cuyos proyectos generen rentabilidad social, técnica y económica.

Estamos empeñados en aplanar la curva del virus y al mismo tiempo, mantener controlada la del desempleo, que es sinónimo de pobreza. Esta circunstancia nos lleva a un nuevo modelo económico que implique mayor inversión con rentabilidad social, con nuevas opciones para acceso de la población a la formalidad y con seguridad social.

Nos hemos comprometido con los profesionales de la salud, con la protección de la vida de los colombianos y con la salvaguarda del empleo. El sector salud y el sector productivo son el corazón y el bolsillo de las familias colombianas y son determinantes para la supervivencia del país. Con el trabajo mancomunado de sector público, privado y sociedad civil, podremos mitigar el impacto de un enemigo común, que nos cambió la vida: el Covid-19.

Publicado en El Colombiano
https://bit.ly/3c3D4tr

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