ir al contenido

Columna

Realismo y positivismo


Por : Marta Lucia Ramírez
Vicepresidente de la República

El coronavirus y la caída del precio del petróleo generan incertidumbre, nerviosismo y temor al futuro. Las bolsas de valores presentan bajas exageradas en los precios de sus acciones y las monedas de países en desarrollo se han devaluado con fuerza.

En medio de la incertidumbre hay titulares tan negativos que, podrían impactar de igual manera, la confianza de los inversionistas amenazando el empleo de los colombianos. Partiendo del respeto a todas las opiniones, incluso las voces más críticas, necesitamos que no exacerben el temor de la gente y ayuden generosamente para emprender acciones adecuadas, que permitan afrontar esta coyuntura y conservar el positivismo y confianza de ciudadanos e inversionistas.

Como ha sucedido con eventos similares en el pasado, superáremos la pandemia y la guerra de precios del petróleo. Nuestro Gobierno y el Banco de la República están enfrentando este golpe con medidas adecuadas. Estamos escuchando a los expertos y analizando la experiencia de otros países, que soportan igual tragedia.

Las medidas permitirán fortalecer la infraestructura de salud, proteger la población más vulnerable, hacer que quienes lo están necesitando, reciban el alivio del sector financiero y garantizar liquidez en la economía.

El Presidente Duque y todos los funcionarios seguiremos actuando con la entrega y el empeño que el momento exige, redoblando esfuerzos hasta regresar a la normalidad. Nuestra prioridad es salvar la vida, la salud y el bienestar de nuestros ciudadanos, garantizando el abastecimiento de bienes esenciales. La buena senda de crecimiento que registró el país, según indicadores de enero y febrero de este año, se retomará, si mantenemos la confianza y generamos inversión y empleos.

Colombia ha venido creciendo más que sus vecinos. Seguimos trabajando en frentes, como los pactos por el crecimiento, el avance de obras de infraestructura y nuevos proyectos en marcha (Metro de Bogotá, nuevo Metro de Medellín y Canal del Dique); aunado a los beneficios derivados de la Ley de Crecimiento, generación de oportunidades para la mujer e inversiones en energía renovable, ya adjudicadas. Tenemos otros proyectos de importancia estratégica que seguiremos estructurando y requieren la confianza inversionista.

No hay duda que la caída del petróleo nos afecta. Es una variable cíclica que a veces llena las arcas del Gobierno -como sucedió antes de 2014- y otras veces exige ajustes a la política fiscal. Este Gobierno ha buscado desde su inicio diversificar la economía para hacerla menos dependiente del petróleo, apoyando a Ecopetrol en sus iniciativas para ser más eficiente, impulsando otros sectores clave como el de la infraestructura, y, trabajando de cerca, con los gremios para mejorar innovación y competitividad. Es trabajo de largo alcance y rendirá frutos si somos persistentes.

La inusual coyuntura invita a acelerar ajustes y trazar finanzas públicas sostenibles.  El gobierno trabaja con alcaldes y gobernadores y todos los estamentos del Estado para que haya más eficiencia y transparencia del gasto y ser creativos para atraer más inversión y empleos. La ayuda del Congreso es imperativa para adelantar las reformas necesarias  y alcanzar más equidad y sostenibilidad fiscal.

Lograremos vencer este desafío y construiremos una nueva oportunidad para Colombia pues después de esto, habremos cambiado para bien, si sabemos asumirlo. Las tasas de interés bajas mundialmente y la devaluación del Peso Colombiano hacen a Colombia más atractiva. Nuestro Gobierno respeta la propiedad privada y estimula la inversión de pequeños, medianos y grandes empresarios.

Evitemos el sensacionalismo. Bienvenidos los análisis que aporten en el largo plazo, a pesar de lo confuso de esta coyuntura, pues Colombia seguirá llena de oportunidades.

Publicada en El Tiempo

https://bit.ly/33C8WSy​


Relacionadas