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Discurso

Palabras de la Vicepresidente Marta Lucía Ramírez en la entrega del Plan de Acción del Programa Integral de Garantías para Mujeres Lideresas y Defensoras de DD. HH

Hotel Tequendama, 12 de febrero de 2020

Quiero comenzar por felicitar a la Ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, a todo su equipo de trabajo, que, de manera articulada, decidida, eficiente, pasó de las promesas de los últimos 11 años a realidades. Hoy hay realizaciones que están acompañadas nada más y nada menos que con un presupuesto importante, de 11.125 millones de pesos, que tramitó la Ministra, para que esos recursos se inviertan en el desarrollo, en la ejecución de este programa para la protección de las lideresas.

También quiero reconocer la importancia del trabajo de todos ustedes para concretar este plan de acción del Programa Integral y, por supuesto, entender que las personas defensoras de derechos humanos y las organizaciones, son fundamentales, insustituibles para lograr construir, fortalecer, preservar y cuidar la democracia en los territorios. Por eso, el firme compromiso del gobierno del Presidente Iván Duque en la ejecución de programas concretos, que nos permitan verificar –cada día- el progreso en mejorar las condiciones de protección.

Lamentablemente, hemos pasado de ver las amenazas, a ver los asesinatos de muchas lideresas, y eso es lo que tenemos que lograr que se acabe. Tenemos que trabajar para que sea una realidad la implementación de este Plan de Acción en evitar la muerte de cualquier nueva lideresa y tener este enfoque diferenciado para que las mujeres, con sus múltiples desafíos, puedan seguir desarrollando su actividad de lideresas, pero tener estas mejores condiciones de protección.

El Estado colombiano ha desarrollado acciones para prevenir, proteger y dar garantías de no repetición a todas las personas que defienden los derechos humanos en nuestro país.  Y yo quisiera destacar algunas de ellas.

Primero, la política pública integral de garantías y respeto a la labor de defensa de los derechos humanos que se impulsa desde el Ministerio del Interior. En segundo lugar, la construcción, consolidación y entrega de este Plan de Acción del Programa Integral de Garantías para lideresas y defensoras de derechos humanos, en el marco de la Comisión Intersectorial de Garantías.

En tercer lugar, el desarrollo de un conjunto de acciones previstas, en nuestro Plan Nacional de Desarrollo, Pacto por Colombia, Pacto por la Equidad, que incluye –entre otras cosas- la articulación entre la Consejería presidencial para la Equidad de la Mujer, a cargo hoy de la doctora Gheidy Gallo, y el Ministerio del Interior, para verificar que este enfoque de género se incluya siempre en la formulación de la política nacional de convivencia y seguridad ciudadana y, sobre todo, que haya este acompañamiento de la Unidad Nacional de Protección para actualizar y adecuar las medidas de protección colectiva para las mujeres, con énfasis en el fortalecimiento de sus organizaciones y de las medidas de tipo psicosocial, con el impulso al programa integral para las líderes y defensoras.

Por último, la Consejería presidencial para la Equidad de la Mujer ha reforzado su oferta de trabajo, con el fin de fortalecer tanto la respuesta del Gobierno, como la oferta de toda la institucionalidad, que sirva para prevenir, atender y proteger a las mujeres defensoras, lideresas y víctimas de cualquier tipo de violencia, en especial, la derivada del hecho de ser mujeres y realizar las siguientes acciones estratégicas.

  1. La articulación constante entre la Consejería y la Dirección de Derechos Humanos del Ministerio del Interior.
  2. La asistencia técnica a gobiernos locales, asambleas, concejos municipales y organizaciones de mujeres, para impulsar la inclusión de este enfoque de género en la formulación de los Planes de Desarrollo territoriales. Quiero decirle a Mayerlis que, desde ya, me sumo como un soldado a esta causa de ustedes, que es exigir que los alcaldes incluyan –todos- en sus Planes de Desarrollo esta asistencia técnica y presupuestos adecuados que nos garanticen esa inclusión del enfoque de género en cada uno de sus municipios.
  3. Impulsar la conformación y participación de las mujeres en el mecanismo de mujeres del Programa de Garantías a nivel nacional e impulsar su creación a nivel territorial. Esto va muy de la línea con una preocupación que hemos tenido con el Presidente desde el primer día de nuestro Gobierno. Si no hay una institucionalidad en el nivel territorial, todo lo demás es mentira. Si no hay una institucionalidad que visibilice la preocupación por la situación de las mujeres, la necesidad de trabajar esta articulación para garantizar sus derechos; si no hay una institucionalidad que también les indique a las mujeres la hoja de ruta para acceder a las distintas entidades del Estado y que las apoye para lograr su desarrollo pleno desde el punto de vista económico, laboral, todo lo demás es pura palabrería.
  4. En cuarto lugar, la convocatoria de los Comités de Evaluación de Riesgo y recomendación de medidas, para impulsar y debatir periódicamente los asuntos relacionados con la protección de las mujeres defensoras y lideresas y que esta sea una tarea que se desarrolla desde el alto gobierno, pero que también continúa a nivel territorial.
  5. La gestión para la adopción formal, por parte de la dirección de la Unidad de Protección, de todos los compromisos acordados entre las diversas entidades del Estado, las plataformas de las organizaciones de mujeres y la UNP, en las siete sesiones de trabajo que se hicieron bajo el liderazgo de la Ministra Nancy Patricia Gutiérrez, en el año 2019; y especialmente, reforzar el protocolo de análisis del nivel de riesgo de las mujeres lideresas, fortaleciendo la ruta de protección en el marco del proceso de reingeniería que se está adelantando en la Unidad Nacional de Protección.
  6. La articulación entre la Consejería y la Fiscalía para impulsar estrategias efectivas que realmente nos garanticen el acceso a la justicia y la calidad y celeridad de las investigaciones para cualquier delito que se cometa contra las mujeres que ejercen un liderazgo.

    Le he pedido a la Ministra de Justicia, al igual que a la Consejera Presidencial, que pongamos a andar cuánto antes, nuestra propuesta de llevar la justicia a la casa. Hay muchas defensoras de derechos humanos que están en veredas, alejadas de las capitales, de las cabeceras municipales, a las cuales les queda tremendamente difícil llegar a la Fiscalía y poner una denuncia. Por eso estamos trabajando en hacer efectivo este programa en los lugares más remotos del territorio nacional: la justicia a la puerta para que las mujeres líderes sepan que no están desprotegidas.
  7. La gestión para la financiación y el apoyo técnico a los espacios de construcción de la ruta de protección colectiva para las organizaciones de mujeres con el intercambio de experiencias y buenas prácticas.
  8. Habrá acciones de articulación del Gobierno: Presidencia, Vicepresidencia, Ministerio del Interior, Unidad de Derechos Humanos, Consejería Presidencial, para respaldar y dignificar entre todos, de manera permanente, el rol y la importancia indispensable de las lideresas y defensoras de derechos humanos en sus respectivos territorios.

Quiero reiterar nuestra gratitud por este trabajo estratégico de la Ministra Nancy Patricia Gutiérrez, en el Plan de Acción Oportuna que, desde el comienzo del Gobierno se inició para prevenir los homicidios de líderes sociales y la implementación de la ley de zonas estratégicas de intervención integral, que busca lograr esta presencia integral del Estado en todo el territorio nacional.

Este es un anhelo que hemos tenido desde muchos años atrás, desde hace 20 años –cuando fui Ministra de la Defensa- estamos hablando de la presencia integral del Estado, en todo el territorio. Ahora tenemos las Zonas Futuro, ahora tenemos planes adicionales, toda la voluntad, no sólo del Presidente, sino de todo el equipo de gobierno y también de los organismos de control. Tenemos, entre todos, que apoyarnos para que esta presencia integral sea una realidad, y lograr que la respuesta de todos tenga el impacto necesario y oportuno, para que el Estado colombiano y, especialmente estas 27 entidades comprometidas, podamos garantizar la vida, las libertades, el ejercicio pleno de la actividad de nuestras lideresas y defensoras de derechos humanos.

Quiero invitarlos a todos a acompañar y fomentar la mayor participación de las mujeres y el ejercicio de liderazgo en los distintos roles de nuestra sociedad. Son muy importantes las mujeres en las zonas rurales, allí les toca en condiciones muy desiguales, desventajosas, pero necesitamos más mujeres con liderazgo en todos los cargos en el sector público, a nivel nacional, departamental, municipal, y también más mujeres con liderazgo en las actividades privadas.

A los gremios de producción en el sector rural les hemos pedido que nos ayuden en la formación, en la asistencia técnica, en el acompañamiento de mujeres que puedan ser las empresarias del campo colombiano en todos los sectores de la agricultura, la ganadería, la avicultura, la porcicultura… en todos esos sectores queremos ver mujeres empresarias, emprendedoras.

Es difícil poder comprometerse con metas, pero tenemos el ejemplo de lo que sucede en el sector cafetero, donde hay 560 mil familias, y 140 mil de ellas, son mujeres cafeteras, cabeza de familia, que son dueñas de una finca, de una parcela, de dos, tres hectáreas; producen su café y generan empleo… eso mismo queremos ver en todo el campo colombiano. No queremos ver a las mujeres simplemente de jornaleras y trabajando muchas veces sin conseguir siquiera un jornal completo. Las queremos como empresarias del campo, formando sus cooperativas.

Esperamos que la cooperación de USAID, y el compromiso de los gremios del sector rural nos ayude a lograr muchas mujeres emprendedoras, dueñas de sus fincas en el campo. Ojalá seamos capaces de alcanzar una meta ambiciosa: un millón de mujeres empresarias en Colombia al terminar nuestro gobierno. Este trabajo queremos que, sobre todo, redunde en beneficio de todas ustedes, porque su liderazgo y su trabajo, no es solamente para responder a sus anhelos individuales, es porque sus anhelos individuales son respuesta a los anhelos de sus comunidades.

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