4 de febrero de 2020
Nos sentimos muy contentos de saber que hay acá tantas empresas importantes, tantos anunciantes, y –sobre todo- una demostración más de cómo el futuro de Colombia lo tenemos que asumir entre todos, comprometidos con ese principio de la corresponsabilidad, porque no es solamente lo que haga el Gobierno, es lo que hacemos todos: la sociedad civil, los empresarios, los medios de comunicación.
De tal manera, que por eso es tan importante esta iniciativa maravillosa, por la cual yo felicito a la doctora Elizabeth Melo, quien asumió este propósito de tener unos compromisos relacionados con el objetivo número 12 del Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas: un consumo responsable, que tiene su origen también en el respeto: el respeto por los recursos naturales, por el ser humano. Conecta también con el objetivo número 5, fundamental en el Plan de Desarrollo de nuestro gobierno y en toda la labor que venimos desarrollando con el Presidente Iván Duque; ese objetivo es el de la equidad de género.
Necesitamos una sociedad que promueva a las mujeres, al igual que a los hombres -no se trata de dejar a ninguno atrás en la escalera del desarrollo- sino de promover a las mujeres en condiciones de igualdad, para que de esta manera, generemos condiciones adecuadas para el crecimiento, el progreso y la concordia en nuestra sociedad.
Quiero saludar, en primer lugar, a nuestra Consejera presidencial para la Equidad de la Mujer, la doctora Gheidy Gallo, que ha venido haciendo un extraordinario trabajo. También a la Dra Elizabeth Melo, presidente de la Asociación Nacional de Anunciantes (ANDA); a la encargada de negocios del Reino de Suecia, que trabaja muy de la mano con nosotros.
Saludo a Ana Güezmes, representante de ONU Mujeres en Colombia; con Ana nos hemos visto frecuentemente y creo que se ha dado cuenta de que este compromiso del Gobierno de Colombia, supera las expectativas que tenían muchos al iniciar nuestro periodo, y la que ella misma y algunos nos daban de credibilidad sobre lo que significaba, en voz nuestra, la equidad de género.
Nos sentimos muy satisfechos por el reconocimiento en distintos escenarios, entre ellos, el Foro Económico Mundial, que destacó a Colombia como el país que más ha logrado ascender dentro de los indicadores mundiales, en materia de equidad de género; hoy estamos ubicados en el lugar número 22, entre una lista de 160 países, eso nos muestra que el Gobierno está haciendo las cosas para que trascienda este compromiso con el reconocimiento, el impulso, la promoción y el desarrollo de las mujeres. Sin duda, Ana ha sido una gran coequipera, al igual que nuestra gran amiga Martha Aponte, subdirectora de USAID, una agencia de cooperación muy comprometida con el desarrollo en Colombia, en general, con el desarrollo de las comunidades rurales, con el desarrollo de la mujer rural.
Saludo también a la superintendente del consumidor delegada, a la agregada de cooperación de la embajada de la Unión Europea. También a nuestra amiga Ximena Tapias, que representa un gremio muy importante de las agencias de publicidad, porque todo esto también tiene que ver con creatividad; estos cinco compromisos que nos acaba de leer Elizabeth, ponen un desafío todavía mayor a nuestros creativos, a nuestros publicistas, sobre cómo tener un buen sentido del humor, sin que el humor se convierta en descalificación ni burla hacia las mujeres. Este es un gremio que, con la dirección de Ximena ha venido avanzando muchísimo y ha hecho que avancen también las agencias de publicidad de Colombia.
Saludo a todos los afiliados a la ANDA, comprometidos con esta adecuada representación del género en la comunicación comercial, los representantes y presidentes de empresas del sector financiero, los distintos gremios, los funcionarios de las agencias de cooperación internacional.
Para nosotros es una gran satisfacción compartir este escenario con tantas mujeres, pero también con tantos hombres, a los que valoramos muchísimo, porque –repito- aquí no se trata de que no haya nadie detrás del otro en la escalera del desarrollo y el progreso, sino que necesitamos ir hombro a hombro, juntos, reconociendo mutuamente lo que cada uno de nosotros tiene para aportar, y en lo que cada uno es indispensable, para el progreso de esta sociedad.
Creemos también que es muy importante que esta meta del gobierno del Presidente Iván Duque, como es la de promover el desarrollo de las mujeres, se vea acompañada, cada vez más, del esfuerzo, el compromiso y la convicción del sector empresarial. Como lo hemos dicho, repetidamente, nos sentimos muy satisfechos, no solamente de tener un gabinete paritario, que ya no es paritario -ahora tenemos el 60% de mujeres en el gabinete- pero lo más satisfactorio, es que ninguna de las ministras de nuestro gabinete está allí representando una cuota de un partido ni asignadas por un bolígrafo de un grupo político, sino por su gran experiencia, conocimiento, preparación, por el gran aporte que están haciendo a la agenda de desarrollo de este país.
Lo más importante también es el compromiso del 100% del gabinete. La instrucción del Presidente Iván Duque, el acompañamiento mío, significa que cada ministro también está definiendo metas y programas específicos, que nos garanticen realmente esta equidad de género, ojalá en todos los indicadores, al finalizar nuestro gobierno. Pero insisto: no puede ser algo de corto plazo, esto debe tener un sentido trascendente, permanente y, por ello, el compromiso nuestro, desde la Consejería, es precisamente el desarrollo, la formación de las mujeres, la preparación y, por supuesto, también su vocación de servicio y de hacer cambios trascendentes en la sociedad colombiana.
Hoy tenemos acá muchísimas empresarias que nos están acompañando en ese Consejo Asesor Empresarial que hemos creado recientemente, a todas ustedes, muchísimas gracias, porque este acompañamiento ahora tiene una dimensión más ambiciosa: tenemos que llegar a cada uno de los 32 departamentos.
Necesitamos que la equidad de género esté representada en la institucionalidad de cada una de las gobernaciones, con una Secretaría de Género, y necesitamos también que esté representada en la disposición del sector empresarial de cada departamento, de ayudarnos a abrir más espacios para las mujeres, empezando por las empresarias del campo. Le hemos pedido a USAID que nos apoye cada vez más, porque tenemos un Pacto por la Mujer Rural, en el cual cada uno de los gremios de la producción rural de Colombia (agricultura, todo lo que es la producción de proteína animal), se ha comprometido con nosotros, a apoyarnos para que haya mujeres empresarias en el campo, así como sucede con el sector cafetero, tenemos 540.000 familias cafeteras, de las cuales 160.000, son encabezadas por una mujer, ellas son las propietarias, y desarrollan cafés especiales para comercializarlos en el mercado internacional.
Así mismo, necesitamos resultados a gran escala con el cacao, donde hemos estado ya con Marta, en el Huila, lo mismo en el sector de las frutas, en cada uno de los sectores: en la agricultura, en la ganadería, la porcicultura, la avicultura… de tal manera que, en la medida en que haya más mujeres con autonomía económica, lograremos que esta equidad trascienda, permanezca mucho más allá del período de nuestro gobierno.
Nosotros sabemos que, en materia de legislación, Colombia es uno de los países más avanzados. Pero lo que necesitamos, sobre todo, es cambiar la mentalidad, lograr una cultura de respeto y reconocimiento a lo que significa el aporte de las mujeres, por nuestra capacidad intelectual, nuestra capacidad de trabajo, pero también por nuestra disposición a tender puentes para que haya entendimiento, conversaciones constructivas, útiles para el desarrollo de la sociedad colombiana.
En este cambio de cultura que tanto requerimos, es muy importante el apoyo de ustedes, de la Asociación Nacional de Anunciantes, de todos los empresarios, que son los que contratan realmente la publicidad y los medios de comunicación, para que haya de verdad este sentido ético, sentido del respeto, del reconocimiento, con lo cual -sin duda- se beneficia el país.
Como lo hemos dicho, repetidamente, la equidad de género no es simplemente un asunto ético, es algo de conveniencia. A Colombia le conviene que haya muchas más mujeres empoderadas en el campo económico, al frente de las empresas, como miembros de las juntas directivas, pero también como pequeñas emprendedoras en las zonas rurales y también en las zonas urbanas.
Esta guía para la adecuada representación de género en la comunicación comercial, es un avance muy significativo para cerrar todas estas brechas. Por esa razón, el compromiso nuestro y el reconocimiento al papel, tanto de ONU Mujeres como de USAID, para que este sea un trabajo permanente; que podamos también poner una alerta y decir: ¡ojo!, de pronto se está incumpliendo alguno de estos cinco principios, tratemos entre todos de cambiar esta cultura, muchas veces tan displicente sobre lo que es el papel de la mujer colombiana.
Nosotros sabemos perfectamente que hay una serie de estudios que demuestran cómo, por ejemplo, en la publicidad, en las comunicaciones, hay un verdadero desafío. Sabemos que, en la Cumbre de Comunicaciones y Publicidad en Cartagena, del año 2017, se realizó la conferencia “Más allá de los estereotipos de género, la publicidad que reta”. Esto fue también con el apoyo de ONU Mujeres, y una de las conclusiones más importantes tiene que ver con la generación de un cambio que permita combatir la exclusión, la subrepresentación y la invisibilización de las mujeres, porque también esa es una manera de agredir a las mujeres, haciéndolas simplemente invisibles en la publicidad.
Ha habido estudios internacionales muy importantes. La universidad de Kansas, en el año 2019, hizo un estudio sobre los sesgos en la comunicación, donde resalta que el 91% de los profesionales publicistas y dedicados al mercadeo, piensan que están haciendo un excelente trabajo, retratando a las mujeres como son, reconociendo modelos positivos para utilizarlos en sus anuncios. Pero ese 91% no corresponde, en absoluto, con el 45% de las mujeres que consideran que están siendo representadas inapropiadamente en esos mismos anuncios publicitarios.
Entonces, hay que tener conversaciones que permitan cerrar esa brecha entre la percepción de las mujeres y la que puedan tener los creativos en cuanto a las implicaciones de carácter económico. Al no retratar o no dirigirse a las mujeres de forma adecuada, se ha demostrado que la industria publicitaria pierde cerca de 9.000 millones de dólares al año, en lo que significa la valoración de la marca. El estudio también muestra que las marcas equilibradas en función del género, valen más, con un valor medio de 20.600 millones de dólares, frente a 16.100 millones de dólares de valor promedio de las marcas, que tienen un sesgo en contra de la mujer, y de los 11.500 millones de dólares de las marcas que tienen un sesgo en contra de los hombres.
Dentro de los compromisos que acaban de firmar ustedes y que yo firmaré enseguida, se encuentra: la comunicación comercial no denigrará, discriminará, ridiculizará ni se burlará de personas de ningún género, orientación sexual, nacionalidad, origen étnico o racial, religión, edad, discapacidad, o por no cumplir con los supuestos estereotipos de género.
Yo quisiera citar acá a Chimamanda Ngozi Adichie, quien a través de su libro “El peligro de la historia única”, manifiesta: las historias sí importan, las historias se han utilizado para desposeer, para calumniar, pero también sirven para facultar, para humanizar, para sensibilizar. Pueden quebrar la dignidad de un pueblo, pero también pueden restaurarla plenamente. Las mujeres, a lo largo de la historia, han soportado situaciones adversas en las cuales los medios de comunicación, muchas veces, han disminuido sus roles, lo seguimos viendo en las telenovelas que muestran un papel muy disminuido de la mujer, y también vemos que enfatizan atributos relacionados solamente con la belleza o la apariencia física, cuando hay muchísimos atributos más valiosos que tienen las mujeres, sin perjuicio de reconocer que tenemos vanidad, y que ojalá la sigamos teniendo, porque para poder ser exitosas, no debemos renunciar a la vanidad, que es una condición natural de los hombres y también de las mujeres.
Sabemos que, gracias a los compromisos que ustedes han firmado hoy, Colombia será un país que, cada vez más, pueda servir como modelo, en cuanto al compromiso y a esta corresponsabilidad del sector público y privado, para acabar todo tipo de discriminación en contra de las mujeres. Todos los días, gracias a la suma de muchos esfuerzos, estamos caminando con pasos muy firmes hacia el desarrollo de nuestra sociedad.
Bajo el liderazgo del Presidente tenemos la meta de lograr un país donde se respete la ley, la palabra empeñada, los contratos, la Constitución. Además, un país que, a partir del reconocimiento del sector empresarial, de la iniciativa privada, de la propiedad privada, del crecimiento económico sostenible, está empeñado en generar cada vez más empleo, porque el empleo y el emprendimiento sostenible y de calidad, dignifican la vida de las personas. No hay nada que quite más dignidad a una persona, que depender de la limosna, del favor, de la dádiva, del beneficio del político de turno. Por eso, nuestro Gobierno está empeñado en generar más crecimiento empresarial sostenible, cumpliendo la ley, para generar empleo a todos los colombianos.
Todo esto se traduce en equidad, cerrar la brecha entre los colombianos, entre nuestras regiones. Quiero reiterarles que cuentan con un Gobierno comprometido con los valores que generen cambios trascendentes para nuestro país y, en esos cambios, tenemos que apelar siempre a la transformación cultural que tiene que desarrollarse desde las bases de nuestra sociedad.
Por esa razón, el trabajo de nuestra Consejera presidencial para la Equidad de la Mujer, Gheidy Gallo, permanentemente con distintos sectores de la sociedad, para lograr este empoderamiento económico, político, académico de las mujeres colombianas. Será un trabajo que los estará convocando a ustedes permanentemente. Porque el trabajo no termina ahora con la firma de este pacto, comienza hoy, para que estemos atentos a que esta creatividad maravillosa que tenemos en Colombia, se vuelva cada vez más desafiante para generar reconocimiento y respeto a cada uno de los colombianos, en su dignidad.
No importa las diferencias que tengamos -políticas, filosóficas-, siempre debe primar el respeto. Me siento orgullosa de tenerlos a todos ustedes de coequiperos de este Gobierno que cree profundamente que estamos estamos en un cuarto de hora muy positivo para Colombia, y tenemos que prolongarlo con el trabajo y el compromiso de todos.
¡Muchas gracias por este pacto!