En marzo del 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que el brote de COVID-19, enfermedad causada por un nuevo coronavirus, era una pandemia, en vista de la velocidad y la escala de la transmisión. La OMS y las autoridades de salud pública de todo el mundo están tomando medidas para contener el brote. El impacto de esta enfermedad podría ser mayor en ciertos grupos de la población, como las personas con discapacidad, pero su impacto se puede mitigar si los principales interesados adoptan medidas de protección apropiadas. Hay que tomar medidas para que las personas con discapacidad siempre tengan acceso a servicios de salud, agua y saneamiento, así como a la información de salud pública que necesiten, incluso durante el brote de COVID-19. El documento contiene medidas que deben tomar las personas discapacidad y los integrantes de su hogar, así como otras que deben adoptar los gobiernos, el personal de salud y los proveedores de servicios comunitarios.
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